Diferencias entre los pescados blancos y azules

¿Pescado blanco o pescado azul? ¿Cuál es más sano? ¿Qué tipo de pescado es cada uno? Probablemente te hayas hecho estas preguntas, y muchas más, en alguna ocasión pero, ¿has encontrado respuesta? Hoy vamos a mostrarte las diferencias entre los pescados blancos y azules, los pros y los contras.

Pros y contras

Pescado blanco o magro

El pescado blanco o magro vive en aguas profundas. Son sedentarios, por lo que nadan poco y necesitan poca energía. Por ello, su alimento se encuentra a corta distancia y tienen una cola plana y redonda. No suelen superar el 2% de grasa corporal y su carne suele ser más blanca. Este menor contenido en grasa hace que los pescado blancos o magros sean aconsejables en dietas de adelgazamiento al tener menos calorías. Son alimentos proteicos con numerosas vitaminas que controlan el colesterol y previenen ataques al corazón.

Los ejemplos más comunes que encontrarás en la pescadería son bacalao, cabracho, lenguado, merluza, rape, congrio, gallo y rodaballo.

Pescado azul o graso

El pescado azul o graso vive cerca de la superficie del agua. Nadan mucho, por lo que necesitan mucha energía. Además, aunque su alimento está a poca profundidad, nadan largas distancias para conseguirlo. Es por ello que tienen una cola ahorquillada y potente. Tienen entre un 5% y un 10% de grasa corporal y su carne suele ser más oscura. Además, es rico en Omega-3 y ácidos grasos, por lo que es recomendable para personas con problemas cardiovasculares, de circulación y para controlar el colesterol.

Los pescados azules más comunes en pescaderías son anchoas, atún, bonito, caballa o verdel, chicharro, palometa, pez espada o emperador, salmón, besugo y sardina.

Estas son algunas diferencias entre los pescados blancos y azules debido a sus hábitos, características y comportamientos. Pero, siempre es recomendable realizar una dieta equilibrada entre ambos tipos de pescado. Gracias a sus nutrientes incrementan la esperanza de vida y nos hacen más saludables. Por lo que es aconsejable su consumo al menos 3 veces por semana siempre que sea de calidad y esté fresco.

Puedes consultar cómo mantener el pescado fresco con nuestra anterior entrada a través de este enlace.